miércoles, 24 de marzo de 2010

cacería

A tan solo unos cuantos días del mal llamado “día cero” en la empresa donde actualmente laboro, el pánico es ineludible. “que por cuánto tiempo más tendremos trabajo?”, “que si nos seguirán pagando lo mismo?”, “que si habrá cambios de roles?”, “que si habrá cambio de áreas?”, “que si …” , “que si… “ y muchos “que sis”.

Coméntoles estimados lectores, que en los próximos días seré un chacho más de esta empresa, y no es que el día de hoy sea algún coordinador de X departamento, gerente ya ni mencionarlo; pero esta empresa ha optado por iniciar un revolucionario negocio en donde, como todo, se pretende hacer el mínimo gasto para obtener el mayor de los frutos. “Por ende comienza la alegrosa y nueva etapa de esta gran empresa, que nos llevará al éxito rotundo dentro del sector de las telecomunicaciones en México como ninguna otra empresa del mismo rubro ha logrado¡¡¡¡¡¡”

… si si si, así nos la vendieron o más bien así nos la impusieron, obviamente la parte de “… nos llevará al éxito rotundo…” se refiere a que solo a ellos, a los meros meros. Los demás mortales comunes y corrientes, como nosotros, a parir chayotes¡¡ si ñor¡¡¡

No puedo quejarme, aún tengo empleo. Aunque no sé por cuánto tiempo, el que sea hay que aprovecharlo y ahorrar lo más posible.

Todo este teatro empresarial me pone a pensar si en verdad como país nos preocupa la salud económica del trabajador mexicano. Ya no digamos la mental, porque las jornadas a las que la mayoría de los empleados están acostumbrados comprenden entre 10 y 12 horas y eso si que crea desgaste psicológico. Aún recuerdo cuando llegaba a la oficina algunos ayeres a las 08:00hrs y daba gracias porque eran las 22:00hrs e iba llegando a mi casa… haaa.. que tiempos aquellos. Y lo mejor de todo es que ganaba lo suficiente para pagar mis pasajes y las primeras comidas de la quincena.
En fin, esos tiempos afortunadamente han terminado, ahora tengo un horario fijo de 8 y 9 hrs. La paga, aunque ya no es considerada una bicoca, ya me alcanza para todas las comidas del mes y los pasajes… ha y aún me sobra para ir al cine una o dos veces por mes¡¡¡

Debo considerarme afortunado por tener empleo, como dice mi gerente y tiene razón “Ulises, si no te gusta el sistema hay muchos allá afuera que darían lo que sea por ocupar tu lugar” … gulp¡¡ cuando me dice eso es que ya me pasé de rebelde.
En fin, todo este sarcasmo bien fundado y sobre todo verdadero es para, a parte de desahogarme, ejemplificar que en nuestro hermoso y corrupto país al trabajador se le trata con la punta del pie y si nos ponemos a hacer encuestas, mi caso es uno de los más afortunados.

Porqué entonces los mexicanos somos re-chambeadores?... porqué los negocios de comida empiezan a ubicarse durante la madrugada y cierran hasta en la noche? o de plano hay algunos que ni cierran. Y eso de “algunos” me quedo corto. Apoco no es muy común que a las 03:00hrs después de la clásica “party” o “antrazo” hay taquerias por donde mires para “bajartela”?, ni que se diga de esos caldos madrugadores bien reponedores.

Me comentaba un amigo que anduvo en Londres, que el lugar no le gustó del todo debido a que a la hora de salir del bar ya entonado como debe ser, le fue imposible hallar un lugar para comer… -qué??¡¡¡¡¡¡-… exclamé con asombro fingido -en serio?-

-Si wey, en serio. No manches, ni un pin$#@ lugar para tragar y bajarse la ped$%@ de esa noche¡¡¡-

Mi querido amigo, le comenté, será que en Londres la gente no tiene la necesidad de esperar a los ebrios para percibir algunas libras y poder sobrevivir?
La diferencia de un país de 1er mundo y uno de 3ro es inmensa y no solo por economía, si no por educación, que a fin de cuentas terminan yendo de la mano.
Esperemos que con esta nueva propuesta de “Reforma Laboral” que andan peleándose los diputetes, se mejore la calidad de trato hacia los trabajadores.

Claro, habrá que esperar a que nuestra digna cartera de honorables diputados regresen de sus autoimpuestos 11 días de vacaciones por aquello de la semana santa. Pero si el mismísimo Dios lo ha dicho: es una semana solamente¡…, pero va, que más da¡ que se den una o dos o tres, a fin de cuentas trabajan cuando quieren.
Mientras tanto yo disfruto viendo desde mi cubículo cómo el gallinero se alborota por que el hacha está por llegar. “Claro¡¡¡¡ … tu porque tienes ya un colchón que es Australia” me dicen los más allegados aquí en mi chamba.

Y la verdad es que sí, ando más que a gusto con la decisión que tomé hace años, luchar por obtener permiso australiano y emigrar de este tenebroso país. Lo más importante ya lo tengo en mano: la visa.

Bien dijera mi abuelita: “mijito, hay que estar preparado para todo”. Y aunque debo confesar que jamás se me ocurrió emigrar porque algún día perdería mi empleo, ahora que lo pienso, es una de las mejores inversiones que pude haber hecho en estos 30 años míos, no solo tengo la oportunidad de mejorar mi calidad de vida, si no que tengo también el chance de no agregar más estrés de 3er mundo a mi cerebro.

Seguramente habrá muuuucho estrés de 1er mundo, pero bueno, el que no arriesga, no gana.

Aquí seguimos
Uli.


2 comentarios:

Omar C. Hdz dijo...

Así es Ulises, yo trabajo en Avaya y viene otro recorte así como tu yo ya tengo mi plan B medio andado pero hay que hacer algunos ajustes, esperemos que nos de el tiempo. Por cierto en que compañía trabajas?

Un saludo!!

Omar C.

Gabriela dijo...

Angasasu...! En la mía es después del año fiscal gringo, o sea a partir de julio estaremos todos en fila india en la cuerda floja. Yo ya estoy moviendo mi CV, pero no sale naaaadaa! Y del Plan B ni hablar, ya casi llego al Plan R! jajajaja. Suerte!