viernes, 30 de julio de 2010

continuamos


Maldita lluvia no me dejó llegar a entrenar. El domingo tendré que reponer el día, tal cual fuera visita rigurosa a la iglesia. Claro, asistir al templo del deporteísmo. Maldito vicio. 

En fin, hoy fue un día importante, he cumplido con un requisito más para el inicio de este nuevo proyecto en Australia. Hoy viernes fue el último día laborando en la empresa que me dio tanto por 6 años. Me dio experiencia, aprendizaje, amistades, oportunidades pero sobre todo fue una pieza clave para la obtención de la visa australiana. 

Despedirme de los compañeros no fue difícil, creía que lo sería. Debo confesar que mientras realizaba el trámite de renuncia, por la mente me pasaba un "estás seguro Ulises?" o un "que rayos estoy haciendo¡¡"
La nostalgia se asomaba, pero nunca salió del todo. Será porque aún la parte derecha de mi cerebro no termina de entenderlo. 
O será acaso que tengo la mente muy bien enfocada en lo que quiero, que consideré este día como un requisito más?

El hecho es que hoy ya estoy desempleado. Casi listo para partir, tiempo de sobra tengo ahora para preparar maletas, despedirme de los míos y disfrutarlos al máximo.

También tengo tiempo para terminar otro proyecto que inició hace 4 años, más bien para ponerle pausa; porque este deporte se ha vuelto un maravilloso vicio. Me ha ayudado a cambiar no solo físicamente, si no también en lo personal.
Me restan dos semanas de preparación para estar al punto físicamente. Otras dos para ahora si devorar todo lo que encuentre a mi paso. 
Que bueno que ando ocupado.

Sigo en el momento en el que firmé mi renuncia, continúo analizándolo. 

Me siento a gusto y contento con la decisión que tomé, cerré un ciclo y es momento de iniciar otro. 
Australia es un hecho. Mi futuro en ella aún incierto, así que a trabajar para que sea exitoso.

Y los días siguen.
Uli.